domingo, 15 de diciembre de 2013

LA ESPAÑA DEL DON TANCREDO









ESPAÑA, LA RES PUBLICA Y DON TANCREDO

Dedicado a mi amigo Francisco Sard que me ha traído a colación en una conversación mantenida la figura de la tauromaquia española llamada Tancredo


Los acontecimientos políticos de la España actual y la postura del Presidente del Gobierno de España, hacen que se recuerde la figura del Tancredo taurino, que casi en homenaje al Tetrafarmaco epicúreo o incluso a la ataraxia del propio Epicuro, se mantiene inmóvil ante los devaneos del President de la Generalitat de Cataluña.

El don Tancredo, o la suerte de don Tancredo, era y es un lance taurino con cierta afición en la primera mitad del siglo XX. Consistía en que un individuo que hacía el don Tancredo, esperaba al toro a la salida de chiqueros, subido sobre un pedestal situado en mitad del coso taurino. El ejecutante iba vestido con ropas generalmente de época o cómicas, y pintado íntegramente de blanco. El mérito consistía en quedarse quieto, ya que el saber de la tauromaquia afirmaba que al quedarse inmóvil, el toro creía que la figura blanca era de mármol y no la embestía, convencido de su dureza. El origen de esta práctica es incierto, si bien hay varias fuentes que afirman que un torero español, natural de Valencia, de poca fortuna y nombre Tancredo López, comenzó este espectáculo como un medio desesperado de ganar dinero en las postrimerías del siglo XIX. El público acogió con entusiasmo la actuación, que poco a poco fue extendiéndose. Normalmente, el Tancredo era interpretado por personas desesperadas a la búsqueda de ganar dinero fácil y con poco que perder, ya que eran numerosas las cogidas que se producían. Así las cosas, el Tancredo fue prohibiéndose por las autoridades, y ya a mediados del siglo XX se realizaron las últimas representaciones. Parece ser que en la política nacional está de moda otra vez. Ni siquiera el Presidente Rodríguez Zapatero hizo lo mismo con el famoso y zanjado plan Ibarretxe, ¿lo recuerdan? Venga aquí, al Congreso, expóngalo en libertad y votamos; se votó, se rechazó, y se acabó el Plan, y por cierto, dicho sea de paso, Ibarretxe. En mi humilde opinión, hacerse el Tancredo ahora con Cataluña, no va a ir bien, pues se le da demasiado margen de maniobra.

Una de las apariciones más populares del don Tancredo es el interpretado por Fernando Fernán Gómez en la película El inquilino. También es muy conocida la descripción que hace el novelista Pío Baroja en su novela La busca.

También "Don Tancredo" era el seudónimo del Periodista y Cronista Taurino Roque Armando Sosa Ferreyro nacido en Mérida Yucatán México. Dueño de las revistas gráficas Taurinas La Lidia y La Fiesta, con las cuales se dio a conocer a nivel mundial el toreo mexicano. Roque Armando Sosa Ferreyro " Don Tancredo" gran amigo de los grandes toreros Rodolfo Gaona, El Cordobés y Lorenzo Garza por mencionar algunos.

En pesca, también existe un Tancredo que nada tiene que ver con lo dicho: El tancredo es un instrumento que se emplea en algunos puertos de mar del norte de España para la pesca por medio de la luz. El tancredo lo componen una tina y un farol. La tina es bastante grande y cerrada, más ancha por abajo que por arriba en forma de tronco de cono y con arcos de hierro, la cual lleva en la parte superior dos varillas de hierro arqueadas que se cruzan el centro y allí tiene un gancho giratorio que sirve para colgar en él un farol de cristales al que se le pone una vela de cera, que es la que produce la luz durante las noches en que no haya luna. Se emplea este aparato para pescar por las noches sardinas y otros peces de los que forman bandos, pero se usa más principalmente para la del chicharro (jurel) usándose en las provincias de Vizcaya y Santander de la manera siguiente: se echa al agua el tancredo con la vela encendida, y como la tina tiene más diámetro en la base inferior que en la superior, se sostiene muy bien en el mar sin inclinarse apenas nada; entonces la pesca sube del fondo, atraída por la luz y al notarla los pescadores, que ya tienen preparada la red, que es generalmente un boliche, lo calan cercando los peces y quedando dentro de la red el tancredo, que meten a bordo al cerrar la jareta del arte y formar el cerco.


Que yo sepa, y no entro en ello por no sentirme con los conocimientos suficientes de asociación con ambos conceptos, que no de la Ópera en sí, Tancredi de Rossini no tiene que ver con el mismo tema. Repito, que yo sepa, cualquier aportación la agradecería inmensamente pues nos y me ilustrará al respecto, sé que es sobre un libretto de Gaetano Rossi y éste inspirado según la representación y su final en un drama de Voltaire. Sí, ello se debe a que la obra se estrenó en el Teatro La Fenice de Venecia, con un final feliz y un mes más tarde, Tancredi se estrenó en Ferrara con un final distinto al veneciano: Tancredi muere, lo que por otro lado se aproxima más al drama de Voltaire. No obstante, no veo similitudes que basen una asociación con la figura taurina del Tancredo al que nos referimos.



Me preocupa la “ataraxia” que se vive en España, volviendo a Epicuro, esa “imperturbabilidad del alma”, no me parece sana democráticamente hablando. Cuando una clase política se desvanece y se convierte en un círculo de poder de beneficiados crematística y socialmente, las reacciones del pueblo (demos) en quien reside la soberanía, el poder, (cratos) no deben ser en plan asedio al congreso sino en sentido político y con respuesta política de partidos opositores (ello brilla por su ausencia) y/o por grupos concretos y sectores porfesionales, filosóficos, académicos, etc. Un “asedio al Parlamento, una sentada, ya no caben a día de hoy: el tema es mucho más grave) Todo Estado pasa por una serie de ciclos a los que hacía referencia Platón en su “República” Πολιτεία Politeia, de polis, que significa 'ciudad-estado: democracia, timocracia, oligarquía, tiranía… Son ciclos naturales del Leviatán de Hobbes que se engarzan y que por circunstancias histórico-políticas, sin ser una rara avis, España tiene bloqueadas, a saber: difícilmente se pasará a una Dictadura, cuando por el momento y desde 1982, a raíz del intento de Golpe de Estado, el Ejercito está intencionadamente disgregado, y los poderes pol porque queremos.mos lo tenemos as ... y legitimada bajo un veo democrprograma que luego no cumplen y tenemos "ja de ser dicotriíticos, nacidos con Montesquieu en la Ilustración, lejos de auto-controlarse, se retroalimentan unos con otros. La separación de poderes no existe. 

Recuerdo, a raíz de la promulgación en 1986 de la Ley Orgánica del poder Judicial, que Alfonso Guerra, Vicepresidente del Gobierno, por aquel entonces, alegóa que Montesquieu “hacía años que había muerto”, lo cual es una opinión que hace que el Estado se emancipe de la Idea ilustrada, pero que, al tenerla en el texto constitucional, no deja de ser dicotómico. Pero dicotómico lo es todo: los mandatarios para que sean elegidos nos venden un programa que luego no cumplen y tenemos “enganchado” en cuatro años, cual dictadura velada y legitimada bajo un velo democrático contradictorio ex facto, pero … Todo lo que tenemos lo tenemos así porque queremos. Y cuando el Poder Ejecutivo se erige en poder controlador de los otros dos, convirtióndolo en atláteres… El modelo del s.XVIII se cae.



No he perdido el hilo y pido disculpas por la disertación tangencial, pero creo que todo va unido. En definitiva y dado el panorama actual, no es la Constitución que se debe cambiar: todavía quedan varias Leyes Orgánicas por sancionar que desarrollarían el texto constitucional y algunos derechos fundamentales que “padecen” el sueño de los justos. Lo que se debe cambiar y cuanto antes mejor es a los políticos y esa clase parasitaria que se ha asentado en el poder, sea de la “ideología” que sea: otra pregunta sería si las ideologías existen o se han vendido a la globalización.



Nos preocupamos por las lenguas en la educación, pero nadie he oído que se preocupe de los contenidos que es lo más grave. Hay textos de infantil con faltas sintácticas de pero como para suspender un examen del que ya es añorado por todos 1º de BUP. Todo ello se hace con esa nueva corriente polñitica que lejos de ser el liberal “laissez faire, laissez passer” es más el Tancredo en su más grafica expresión. Algunos periodistas piensan, no sin razón, en el Molière y su convidado de piedra, pero yo rehuso, porque no estamos abnte “convidados”, sino ante Mandatarios que deben cumplir un mandato hecho por nosotros en las urnas en base a un programa político que deja de existir desde el momento en que entran en el poder o pactan para ello y… así, nunca se podrá ser un país serio, sino “de Pandereta”, que desvirtúa lo que esta gran Nación fue desde el siglo XV con los Reyes Católicos.



Gracias Francisco Sard por recordarme esa figura.

No hay comentarios:

Publicar un comentario